A veces llegan gastos no presupuestados
que ponen en vilo nuestra situación financiera actual. Tenemos que recurrir a préstamo
con entidades financieras, amigos, familiares, y en el peor de los casos, a la
casa de empeño. Debemos estar preparados para enfrentar estos gastos
inesperados, que por lo general, llegan en el momento menos indicado: se juntan
con el pago de las tarjetas de crédito, con el pago de la renta, con el pago
del colegio de los hijos, y con otras obligaciones financieras. Tener un fondo
de para gastos inesperados mejora su salud financiera y aumenta “sus defensas”
para enfrentar los “virus” que se nos comen el dinero.
¿Cómo crear el fondo?
Una de las mejores maneras de
amortiguar estos gastos “sorpresa” es creando un fondo de gastos o fondo de
contingencia. Es como un ahorro, sólo que está destinado a cubrir gastos
futuros. Para crearlo, puede abrir una
cuenta de ahorros y tomar un porcentaje de su salario (5% es lo recomendable) y
depositarlo. Procure informarse bien con el asesor bancario para que la cuenta
no le genere costos financieros (cuotas de administración de cuenta, impuestos,
comisiones). De esta manera, podrá contar con una cantidad de efectivo para
cubrir una salida de dinero que no está presupuestada.
Importante: no ponga limite al
fondo, es decir, no diga que cuando tenga x cantidad deja de depositar; este
fondo no debe de parar de crecer mes a mes.
Esta estrategia le permitirá gestionar
de manera más eficiente sus finanzas, a la vez que le otorga liquidez inmediata
y solvencia económica para hacer frente a las contingencias del diario vivir.
Por Daniel Gómez.
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