A lo largo de nuestra vida
adquirimos bienes y servicios que nos hacen la vida más fácil, nos dan mayor economía
en los gastos, y porque no, nos generan dinero. Contablemente los activos
corresponden a todos los bienes, patentes, licencias, permisos, software,
inversiones y propiedades que una persona o empresa posee a su nombre. Comúnmente
se definen los activos como algo que es de nuestra propiedad. Aquellos activos
que producen dinero se les llama activos productivos, dado que producen dinero;
nos generan una ganancia. Sin embargo, no todos los activos que tenemos son
productivos, es decir, no nos generan dinero. Por ejemplo, los muebles del
hogar, un auto personal, un computador, la ropa, los utensilios de cocina, entre
muchos más.
Un activo productivo es aquel
bien que nos genera dinero. Por ejemplo, una casa en arrendamiento, un auto
para hacer servicios de transporte de mercancías o una computadora en alquiler,
solo por mencionar algunos. Un activo puede ser productivo o improductivo de
acuerdo a la forma en que lo usamos. Un auto puede ser improductivo cuando lo
usamos para nuestro trasporte propio y el de nuestra familia, o cuando vivimos
en nuestra casa propia.
Está claro que es necesario tener
activos improductivos, ya que estos nos hacen más cómoda la vida (Sala de la
casa, buenos utensilios de cocina, comedor, una buena cama para descansar, electrodomésticos,
etc.), pero una vez los tengamos, es importante concentrarnos en los activos
productivos y empezar a ganar dinero extra.
Por Daniel Gómez.
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