Es posible que en algún momento hayas escuchado, que lo
simple, y todo lo relacionado con la simplicidad, tiene un gran valor, incluso
por encima de lo complejo.
Son las estructuras arquitectónicas simples las que
finalmente superan a las complejas. Son los productos simples, los que venden
más. Son las soluciones simples, las que finalmente terminan adquiriendo las
empresas.
Pero sin embargo, muchos alegan que la simplicidad es un término
subjetivo, que dependerá de cada persona y cada forma de ver el mundo, y que
por tanto la simplicidad en sí misma no tiene mucho sentido que digamos.
A esas personas, yo les digo que si buen, puede no haber una
simplicidad absoluta, por supuesto que puede haber una simplicidad relativa. Es
decir, si bien no podríamos establecer en términos concretos qué sería lo más
simple en el mundo o en el universo, sí lo podríamos hacer con un número
limitado de opciones o alternativas.
Otra cuestión interesante a analizar aquí, es el hecho de
que no existe un solo camino a la simplicidad, existen quizás tantos caminos
hacia la vida simple, como personas que la estén buscando ahora mismo.
Mi definición de vida simple puede no ser la misma que
tengas tú, por lo que yo no debería recomendarte hacer tales o cuales cosas
para llegar a ella, más sin embargo si puedo darte algunas pautas para que seas
tú mismo quien llegue a ella de la mejor manera.
Creo que sobra decir que una vida simple trae consigo
montones de ventajas, entre las que podríamos mencionar someramente:
- Ausencia de depresión y estrés
- Tranquilidad
- Claridad en las metas y logros
- Armonía con el entorno
- Toma de consciencia
- Vida con propósito
Suficientes argumentos como para desear vivir una vida
simple ¿No Crees?
Tomado de http://www.sebascelis.com
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