Saludar es una acción que se
lleva a cabo con el fin de que una persona de a conocer su presencia ante una o
más personas. La norma general dice que es la persona que llega quien debe
saludar, ya que es quien desea que “notemos su presencia”. Sin embargo, saludar
es una acción cortes que denota educación en la persona, que le permite ser
amable, tanto con la persona que llega como con la persona que le espera. En sencillas
palabras, debemos saludar al cajero de un banco y no esperar a que el nos
salude, y si yo soy el cajero del banco, saludar al cliente y no esperar a que
sea él quien salude. No saludar es falta de educación en normas de urbanidad, y
se percibe como malos modales.
Pero enfoquémonos en lo que
realmente nos interesa: que los empleados de nuestro negocio practiquen el
hábito de saludar a los clientes. Un cliente que se acerca a un establecimiento
de comercio y no es recibido amablemente por el vendedor, crea una barrera de
comunicación entre ambos. Por increíble que parezca, existen clientes que no
esperan contestar el saludo del vendedor, pero se sentirán ofendidos, si no los
saludan. ¿Cuántos comercios visita usted solo por la amabilidad del personal?
El saludo es una forma de familiarizar al cliente, y crear un vínculo con
nuestro negocio.
Saludar no quita tiempo, y tiene
grandes beneficios. Para destacar uno: Otorga valor agregado, con la capacidad
intrínseca de generar más valor en cada bien o servicio que vendemos.
Para aprender más sobre este
tema, escríbenos a nordincorp@gmail.com, o dejamos tu mensaje en
www.nordincorp.blogspot.com, y pregunta por nuestro curso básico de atención al
cliente.
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