Evaluar la salud de una empresa,es muy importante y debe hacerse de forma periódica, ya que es la mejor manera de llevar la empresa en orden y evitar problemas. Para saber cuál es el estado en que se encuentra un negocio, los siguientes puntos son clave:
1. Analizar si la empresa genera dinero suficiente para pagar los gastos:
Hay que detenerse por un momento, sumar y analizar el monto total de todas las facturas que llegan al final del mes, para poder saber cuánto dinero se está gastando por mes y si los ingresos dan para cubrir cada una de las facturas sin ningún problema. La revisión y
estudio de las facturas nos ayudarán a reducir gastos o a transformar ciertos costos fijos en costos variables.
2. Saber si hay poco o mucho dinero en caja:
Si los pagos se retrasan o se han concedido muchos créditos a los clientes, se puede presentar falta de liquidez, debido a que los proveedores van a querer cobrar en el plazo estipulado. Razón por la cual el sistema de cobro debe mantenerse en control y realizar ajustes si es necesario,
de acuerdo a las necesidades de liquidez que tenga nuestra empresa, lo fundamental es coordinar y establecer un sistema de pagos y cobros a proveedores y a clientes que mejor se adapte a nuestro negocio.
3. Realizar un control sobre la actividad de la empresa:
Dependiendo del tipo de empresa, llevar un control del inventario es algo básico si se quiere estar preparado para hacer frente a la demanda del mercado. No tener el nivel de stock correcto, hará perder clientes y por lo tanto ingresos. Si se maneja gran variedad de productos, lo mejor es llevar un registro y análisis detallado tanto de las entradas como de las salidas de los artículos que se venden, para así establecer un nivel de stock óptimo. Si la empresa se dedica a la prestación de servicios, el enfoque principal debe ser la capacitación del personal en cuanto la atención y manejo de clientes.
4 . Establecer objetivos específicos:
Plantear objetivos financieros,de venta y de servicio a corto, mediano y largo plazo en una empresa, sirve como un motivador eficaz para obtener buenos resultados a lo largo de un periodo establecido. A su vez, se debe ser realista a la hora de fijar los objetivos y estar en función de lograrlos, porque ello le permitirá a la empresa tener un crecimiento constante.
Por Norma Alarcón
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