“Uno recibe
la quincena y ya la debe toda”, decía un compañero de trabajo. Y es verdad, las
personas tienen tan malos hábitos respecto al dinero que el pago les dura tres
o cuatro días. Sólo les queda lo necesario para el transporte y uno que otro
almuerzo… y al pago siguiente, la historia se repite. Este tipo de situaciones
ocurre porque el pago ya está comprometido con las deudas antes de recibirlo, y
a los pocos días, ha desaparecido por completo. Es necesario poner atención a
este tipo de situaciones, ya que el dinero siempre alcanza, si aprendes a
manejarlo con astucia e inteligencia financiera.
Regla de oro: No gastes más de lo que
ganas: Suena muy fácil
decirlo, pero romper hábitos no es tan fácil. Todo inicia haciendo un plan
financiero y siendo disciplinado para llevarlo a cabo. Es una cuestión de
actitud. Muchas personas creen que la solución es ganar más dinero, pero eso
solo eleva el monto de las deudas, porque la actitud frente al dinero sigue
siendo la misma. Aprender a vivir con los que ganas te permitirá aprovechar
satisfactoriamente el aumento de sueldo y el dinero extra que recibes. Revisa
todos tus gastos y encuentra soluciones para no incurrir en ellos.
Evita los antojos y cubre las
necesidades: Con esto
me refiero a que debes identificar tus verdaderas necesidades. Por ejemplo, si
tu necesidad es tener un escritorio para tu estudio, un escritorio genérico y un
escritorio de cedro barnizado cumplirán la misma función, puesto que están hechos
para eso; pero comprar un escritorio de cedro te costará 5 veces más que un
escritorio genérico. Cubre tu necesidad, evita o aplaza el antojo para otra ocasión.
Cuidado con las deudas: Los establecimientos de comercio y las
entidades financieras, suelen atrapar la gente con frases como “págalo en cómodas cuotas mensuales”, y
por ello, la gente se endeuda constantemente. Ese adagio popular de que “si no
te endeudas no consigues nada” es una frase justificadora para contraer deudas.
No digo que nunca debes endeudarte, solo te advierto que tengas cuidado con las
deudas que vas a contraer. Personalmente no recomiendo endeudarnos para comprar
bienes de consumo como una alcoba, muebles nuevos o un comedor de mayor
calidad. Esas “cómodas cuotas mensuales” que nos ofrecen para este tipo de
bienes, pueden convertirse en un dolor de cabeza más adelante.
Controla tus gastos: Gracias a mi esposa logré adoptar el
hábito de registrar nuestros gastos. Mis compañeros de trabajo al principio lo veían
como un acto de “tacañería” y mezquindad, pero la realidad era otra: nosotros pagábamos
con tarjeta débito, y ellos con tarjeta crédito; comprábamos al contado y ellos
a crédito; nosotros no teníamos deudas pero ellos sí. Controlar tus gastos te
permite saber que dinero tienes, como lo puedes invertir, y que lujos te puedes
dar. Para nosotros, es un lujo poder pagar nuestras vacaciones en efectivo, y
saber en qué momento contraer una deuda. Sí, cuando controlas tus gastos podrás
controlar tus ingresos y asignar correctamente el dinero a cada rubro del gasto,
y por supuesto, ahorrar.
Recuerda que
no es cuanto ganas, si no como administras lo que ganas.
Por Daniel
Gómez.
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